Salmos 37:3-5
“Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. Deléitate en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él y él actuará.”
“… y él te concederá los deseos de tu corazón.” Estas palabras han sido refugio para muchos creyentes. La palabra “deseos” aparece solo una vez en toda la Biblia, y es aquí. La palabra en español para “deseos” es la palabra hebrea “mish’alah“. Significa hacer una petición sencilla a Dios sobre lo que está en tu corazón.
¿Amas al Señor? ¿Confías y te deleitas en Él? Puede ser que mientras lo has seguido, Él haya puesto en tu corazón los mismos deseos que le complacen a Él también. Permítele escuchar aquello que llena tu visión y crece en tu corazón: el mish’alah de tu alma.
Observa que la promesa está entre los mandamientos de confiar y encomendar. Mientras esperas la realización de tu petición, a menudo surge la impaciencia. Si te encuentras en esa situación, quiero animarte: el Señor está esperando el momento perfecto para hacer cumplir su voluntad perfecta. No te sorprendas al descubrir que esto es verdad. Los caminos de Dios son inescrutables. Su tiempo siempre es perfecto.
Querido creyente, desarrolla una fe confiada que descansa en los beneficios de tu salvación con la seguridad de que la bendición de Dios está sobre ti. Síguelo y deléitate en cada expresión, grande o pequeña, de Su increíble amor. Y mediante la oración, despliega los deseos de tu corazón y deja que sea Dios quien los cumpla. Haz esto y poseerás una paciencia tranquila y una confianza alegre en el resultado de tu petición.
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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