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Bautismo en Agua

El bautismo no es una elección personal, sino un mandato para los creyentes. Jesús estableció el bautismo en agua como una ordenanza cuando dio la Gran Comisión (Mateo 28:19; Marcos 16:16).

¿QUÉ ES EL BAUTISMO EN AGUA?

El bautismo en agua es un testimonio público y externo que muestra una fe personal e interna. Da evidencia del cambio interno que ya ha ocurrido en la vida del creyente, cuando “nació de nuevo” a través de la fe en Jesucristo.

¿POR QUÉ DEBEMOS SER BAUTIZADOS?

Debemos ser bautizados porque Jesucristo lo ordenó (Mateo 28:19), y porque amamos al Señor. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). A lo largo del libro de los Hechos, leemos cómo la iglesia primitiva daba importancia al bautismo en agua (2:41; 8:12,38; 9:18; 10:47-48; 16:15,33; 19:3-5).

¿QUIÉN DEBE SER BAUTIZADO?

Todos los creyentes nacidos de nuevo en Jesucristo y solo los creyentes deben ser bautizados. (Marcos 16:15-16; Hechos 8:12, 36-38; 16:31-33; 18:8)

¿DEBEN SER BAUTIZADOS LOS BEBÉS Y LOS NIÑOS?

Después de que Pedro habló en Pentecostés, “los que recibieron con gusto su palabra [en su totalidad] se bautizaron” (Hechos 2:41, énfasis añadido). En el Nuevo Testamento, en todos los casos en que se bautizó a una persona y se le dio su identidad, esa persona era un adulto. A la luz de las Escrituras, el bautismo de infantes debe ser descartado, porque los infantes no pueden recibir la Palabra de Dios y entenderla. Sin embargo, los infantes deben ser dedicados al Señor (1 Samuel 1:26-28). Los infantes pueden ser bautizados si reciben y entienden la Palabra de Dios.

¿EN EL NOMBRE DE QUIÉN DEBEMOS SER BAUTIZADOS?

Como parte de la Gran Comisión, Jesús instruyó a los discípulos a bautizar “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).

¿ES NECESARIO EL BAUTISMO EN AGUA PARA LA SALVACIÓN?

La Biblia enseña claramente que somos salvos por gracia mediante la fe (Efesios 2:8-9) y según la misericordia de Dios (Tito 3:5). El ladrón en la cruz junto a Jesús no tuvo tiempo de ser bautizado; sin embargo, Jesús le prometió que estaría con Él en el Paraíso ese día (Lucas 23:43). La Biblia no contiene ningún registro de que Jesús bautizara a nadie; una extraña omisión si el bautismo era esencial para la salvación. El apóstol Pablo declaró: “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio…” ( 1 Corintios 1:17). Esto indica claramente que la salvación es una respuesta de fe al evangelio y no el acto del bautismo. Por lo tanto, el bautismo en agua no es un acto de salvación, sino un acto de obediencia.

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