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Hebreos 10:7

«“Por eso dije: “Aquí me tienes —como el libro dice de mí—. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad”»

 

“Escrito está…” Me encanta la verdad absoluta y el poder que hay detrás de esas tres sencillas palabras.

La frase “Escrito está” aparece 17 veces en el Nuevo Testamento y 63 veces en el Antiguo. ¿Por qué esa diferencia? Por esta razón: es una forma brillante de autentificar -probar la verdad- de que Jesucristo es el Hijo de Dios.

En toda la Biblia se hace referencia al Antiguo Testamento como la Ley y los Profetas, y Jesús dijo que Él vino a cumplir esas mismas palabras. Cuando leemos el Nuevo Testamento, es como si un grupo de reporteros estuviera observando y registrando el desarrollo de la palabra profética de Dios con respecto al Mesías. El cumplimiento de las profecías es una prueba innegable de la exactitud de la Biblia.

Jesús no sólo cumplió lo que estaba escrito, sino que conocía su poder. Leemos en el evangelio de Lucas que Jesús fue tentado por Satanás para ir en contra de la voluntad del Padre. ¿Cómo respondió? ¿Qué arma utilizó para asegurarse la victoria sobre el diablo? La misma de la que disponemos tú y yo. Luchó con los libros del Deuteronomio y los Salmos diciendo: “Escrito está”. (Lucas 4:4)

¿Qué importancia tiene conocer toda la Biblia?

Si Jesús, el Hijo de Dios, comprendió su eficacia y la utilizó, nosotros también deberíamos hacerlo.

Conoce íntimamente tu Biblia y esconde sus palabras en tu corazón. (Salmo 119:11) Si la mantienes en lo más alto de tu mente, te irá muy bien cuando las dudas sobre tu salvación invadan tus pensamientos, o aparezca alguna tentación para desviarte de la voluntad de Dios.

Antiguo y Nuevo Testamento, de principio a fin, ¡la Biblia responde a la vida!

Esperando Su regreso,

– Pastor Jack

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