Créelo o no, Dios tiene un plan definido para tu vida. Quizás pienses que ser carpintero, agente de préstamos, ingeniero o contador es todo lo que necesitas en la vida terrenal. Sin embargo, esas actividades diarias son solo un medio de apoyo y preparación para una obra mayor. Si te has preguntado qué más tiene Dios reservado para ti o crees que debe haber una razón más significativa para tu existencia, te insto a que lo busques a Él, y solo a Él, para encontrar la respuesta.
Quizás estés pensando: «No sé si alguna vez he escuchado a Dios hablar». La mejor manera de escucharlo es estar a solas con Él. Abre tu Biblia, empieza a leer y deja que Él te interrumpa cuando quiera. Cuando llegue el momento oportuno, Él grabará en tu corazón un pensamiento o deseo: «Quizás debería ir en esta dirección» o «Señor, me gustaría participar en ese ministerio».

El apóstol Pablo comprendió la importancia de escuchar a Dios sobre las obras a las que fue llamado. Se negó a confiar en la carne y la sangre para su comisión, porque cuando se trata de hacer la obra de Dios, el hombre no puede darnos el plan.

Si alguien puede convencerte de que aceptes un ministerio, Satanás puede fácilmente disuadirte. Asegúrate de recibir la guía de Dios. Entonces, cuando las dificultades imprevistas amenacen con desviarte, podrás consolarte sabiendo que son ordenadas por Dios, y que Aquel que te llamó será fiel.

Esperando Su regreso,

– Pastor Jack

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