1 Pedro 3:14-15
”¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen ni se dejen asustar». Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor”
Vivir rectamente prácticamente garantiza que no todos te agradarán ni estarán de acuerdo contigo, e incluso algunos se opondrán a ti. Caminar con Cristo no es para los débiles de corazón.
La justicia a la que se refiere Pedro va más allá de un acuerdo intelectual con la verdad sobre Jesús. Es un compromiso profundo de seguir a Cristo: una reorientación completa de la vida que lo refleje. “Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:14). Así como la luz disipa la oscuridad, la piedad es un testimonio tan natural como el sol al mediodía. Tu luz no puede ni pasará desapercibida.
Pedro reconoce libremente que la oposición de los impíos puede generar miedo, pero al parafrasear las palabras del profeta Isaías, nos da la solución. “Al SEÑOR de los ejércitos, a Él santificad; sea Él vuestro temor, y sea Él vuestro espanto. Y Él será por santuario…” (Isaías 8:13-14). Si guardas en tu corazón un profundo temor reverencial al SEÑOR de los ejércitos, al Santo de Israel, eso ahuyentará el miedo al hombre.
Santifícate al Señor Dios en tu corazón entronizándolo a Él y a Su voluntad por encima de toda autoridad humana. Vive para agradarlo solo a Él. Da a Dios la gloria que merece Su nombre por Su poder, bondad y fidelidad, y experimentarás una paz interior que ninguna persona ni circunstancia puede quitarte. Y Él será para ti un santuario y refugio firme.
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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