Mateo 5:13, 14
“Ustedes son la sal de la tierra… Ustedes son la luz del mundo”.
Ya sea en una isla tropical, en el vasto continente de África o en algún lugar intermedio, Dios posiciona intencionalmente a su pueblo en todo el mundo. Si eres un seguidor de Jesucristo, Él te ha puesto donde estás por esta razón: para ser sal y luz.
AGITA EL SALERO
Sé que los nutriólogos no estarán de acuerdo, pero el mundo necesita más sal. Piénsalo. Desde las galletas hasta la lasaña, la sal hace que todo sepa mejor, y espiritualmente hablando, nuestro amor, alegría y paz actúan como potenciadores del sabor en las vidas de los demás. Y no solo eso, sino que la sal también nos da sed. Cuando los demás nos vean vivir la gracia de Dios en situaciones como las suyas, que deseen el agua viva que solo Jesús puede suministrar.
Dios te llama cuando estás de vacaciones, en el trabajo, en el área de deportes, o sentado en un avión, a ser valiente, a ser fuerte, a ser la sal, y a hacer brillar su luz.
ILUMINA
Un creyente lleno de la luz del Espíritu Santo y de la verdad de la Palabra de Dios no puede dejar de ser una luminaria en un mundo espiritualmente oscuro, una luz que penetra incluso en los corazones más oscuros y duros.
El Señor te invita a hacer lo aparentemente imposible, y en ello, Él obtiene toda la gloria, y tú toda la emoción. Te animo a que averigües por qué Dios te ha puesto donde estás y luego te desafíes a obedecer su llamado.
Cada momento de tu vida está ordenado por Dios; no pierdas tu salinidad y deja brillar siempre tu luz.
EN SU PRESENCIA
¿Perteneces a Jesucristo? ¿Lo has seguido sólo para experimentar ola tras ola de problemas? ¿Está siendo sacudido por el miedo y la duda sobre cómo terminará? El mismo SEÑOR está contigo hoy.
Descansa solo en Su poder y confía en Él para que te lleve al otro lado.
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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