Génesis 1:1
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
Hace años, estaba viendo National Geographic en la televisión, y durante el programa, un par de evolucionistas preguntaron: “¿Quién es realmente el responsable de los diversos diseños dela naturaleza?” Justo entonces, un profundo “¿Quién? ¿Quién? ¿Quién?”, resonó en nuestro patio trasero.
Salí corriendo al patio y me quedé en la oscuridad, esperando a oírlo de nuevo. Y volvió a sonar: “¿Quién? ¿Quién? ¿Quién?” No era una pregunta sobre el universo. Era un búho cornudo posado en uno de nuestros árboles. Aquel búho casi parecía estar burlándose de su pregunta.
Su simple, “¿Quién?” Implicaba, “¿No es obvio?”
La teoría de la evolución es una excusa lamentable para el gran diseño de Dios. El búho, como todas las demás criaturas vivientes, exige que reflexionemos e investiguemos Su genio creativo.
Los evolucionistas nos suplican que creamos que los errores mutaron en aciertos, evolucionando de algún modo hacia nuestro complejo y ordenado universo. Si ese es su pensamiento, le exhorto a que considere la evidencia de “En el principio Dios” o, si lo prefiere, en el principio, el Diseñador-ingeniero definitivo. Deje de oponerse a las pruebas científicas. Desde la invención del microscopio electrónico hasta el actual Telescopio Espacial James Webb, la obra de Dios deja a biólogos y astrofísicos rascándose la cabeza, preguntándose: “¿Cómo puede ser esto?”.
La evolución es un sistema de creencias creado por quienes encuentran incómoda la existencia del Dios vivo, pero las creencias alternativas no pueden cambiar los hechos. Mira a tu alrededor y pregunta: “¿Quién?”, y escucha la respuesta sincera: “¡Dios!”.
Esperando Su regreso,- Pastor Jack
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