1 Samuel 16:18
“Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él.”
El rey David fue, sin duda, un hombre asombroso. Cuando lees sobre su vida, empiezas a preguntarte cómo llegó a poseer talentos tan diversos. ¿Cómo aprendió David todas estas cosas? Admiramos a David por todo lo que logró, y sin embargo, sus intereses parecen contradecirse entre sí. Si viviera hoy, David volvería locos a los analistas de noticias. Me imagino que una entrevista con él sería algo así:
“Señor David, aquí dice que sus intereses son un poco inusuales. ¿Podría describirlos?”
“Bueno, me encanta componer y cantar canciones, también poesía. Pero cuando no estoy escribiendo, voy a la guerra. Pelear en condiciones peligrosas y matar gigantes es mi especialidad. ¡Me encanta cuando esos hombres enormes caen!”
Qué joven fue David, y en qué hombre se convirtió. Pero recuerda, antes de ser famoso, primero fue un humilde pastor. Mucho antes de ponerse la armadura de guerrero o llevar el emblema de rey, su tiempo con Dios fue su maestro. En los campos solitarios con los rebaños de su padre, la búsqueda de David de las cosas de Dios lo convirtió en un “hombre conforme al corazón de Dios” (1 Samuel 13:14).
Quizás la forma en que pasamos nuestro tiempo podría necesitar un cambio. Tal vez nuestra adoración sea un poco débil, nuestra espada esté algo oxidada, y no hemos peleado bien nuestras batallas. La solución es pasar tiempo a solas con Dios: aquietar nuestro corazón, silenciar nuestra alma y escuchar. ¡Eso podría convertirte a ti y a mí en asesinos de gigantes, compositores de canciones, adoradores y amantes de Dios también!
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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