Mateo 28:6
“No está aquí; pues ha resucitado, como dijo… ”
La resurrección de Jesucristo se erige como el acontecimiento más importante de la historia de la humanidad. El 13 de abril del año 32 d. C. amaneció como ningún otro y revolucionó el mundo: la tumba de Jesús estaba vacía. Pero esa mañana, los discípulos leales de Jesús se sumieron en una nube de dudas, provocada por la dificultad de comprender lo que percibían como verdad. Temían haber perdido a su amado amigo y Maestro por el poder de la tumba.
No fue hasta bien entrada la mañana que la noticia empezó a extenderse por la ciudad y el campo. ¡Jesús estaba vivo! Algunos creían que era su fantasma el que rondaba. Otros creían que los afligidos imaginaban lo que habían visto. Pero pronto, la verdad se hizo innegable: ¡el Salvador del mundo había resucitado! La duda cedió y la alegría invadió el lugar.
Los escépticos han intentado sin éxito refutar la resurrección, pero sigue siendo un hecho histórico a pesar de sus esfuerzos. Sin embargo, nadie es inmune a la duda. Tiene la costumbre de irrumpir en nuestra puerta y golpear con fuerza. Cuando eso suceda, prepárense para responder con fe y verdad.
El escritor de Hebreos dice: “Pero Jesús, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios” (Hebreos 10:12). ¡Se sentó porque la obra de asegurar tu salvación estaba consumada! Y como Jesús “murió y vive para siempre” (Apocalipsis 1:8), nunca conocerás la oscura atadura de la tumba.
Creyente, la resurrección de Jesucristo asegura tu futuro glorioso, haciendo de hoy, y de cada día, un momento para regocijarte.
– Pastor Jack
¿Has sido bendecido por los Devocionales del Pastor Jack? Envíanos un correo electrónico: HAZ CLIC AQUÍ