Juan 21:15
“… Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos?
Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo…”
“¿Me amas?” Es seguro decir que esta pregunta la hacen a diario millones de personas. Pero, ¿por qué alguien sentiría la necesidad de preguntar? Quizás quien pregunta necesita seguridad. Tal vez quien recibe la pregunta debe considerar si, de hecho, ama a la otra persona. ¿O podría ser que ambas partes desean más amor, más aceptación?
Entonces, cuando Jesús le preguntó a Pedro, “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos?”, ¿cuál era el motivo detrás de una pregunta tan profunda? Después de todo, Jesús ya sabía lo que había en el corazón de Pedro, así que, ¿por qué preguntar en absoluto?
Al preguntar, Jesús estaba desafiando la lista de prioridades de Pedro. En cierto sentido, Jesús quería saber, “¿En qué lugar estoy en la escala de tus afectos?” Aunque es cierto que Jesús, siendo Dios, conocía la respuesta, Pedro no lo sabía. La realidad era que Pedro necesitaba evaluar qué lugar ocupaba Jesús en su escala de amor.
De vez en cuando, el Señor también nos preguntará a ti y a mí, “¿Me amas?” Y cuando lo hace, sé que se está desafiando el grado de mi afecto. Es esta silenciosa indagación la que me hace detenerme y evaluar.
¿Amas a Jesús por encima de todo? Antes de decir rápidamente que sí, como hizo Pedro, déjame preguntar, “¿Cómo lo sabes? ¿Qué evidencia puedes ofrecer para respaldarlo?” Y, ¿por qué lo amas? Mi amigo, solo tú puedes responder, pero debes hacerlo.
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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