Romanos 10:14-15
“Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien predique? ¿Y cómo predicarán sin ser enviados? Así está escrito: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian las buenas noticias!”
Demasiados cristianos han cometido un grave error al no vivir conforme a este pasaje. La iglesia en general a menudo cree que contarle a otros sobre Jesucristo y el camino de la salvación es tarea del personal de ministerio a tiempo completo. Es algo a lo que están llamados los extrovertidos espirituales. Pero no necesitas ser predicador, evangelista o erudito de la Biblia para contarle a otros lo que Jesús ha hecho por ti.
Seamos honestos. ¿Alguna vez has comido una comida deliciosa, encontrado una gran oferta o hecho algo genial y divertido y se lo has contado a alguien? Por supuesto que sí. Te digo que si Dios ha tocado tu vida, tienes algo aún mejor para compartir: tu testimonio.
En Lucas 8:39, leemos el mandato de Jesús a un hombre poseído por demonios al que había liberado: “Vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo.” ¿Y tú? ¿Te está empujando Dios a contarle a tu familia extendida lo que ha sucedido en tu vida con respecto a Jesús? Ellos son un excelente lugar para empezar, pero no te detengas ahí.
Si solo la idea de compartir el evangelio con una audiencia más grande te aterroriza, pídele a Dios que traiga a la persona correcta en el momento adecuado, hecha a medida para ti. ¡Él responderá! Y ese vecino, compañero de trabajo o extraño se irá bendecido, y tú también.
Amigo mío, ¿por qué otra razón vives y por qué otra razón es importante la vida, si no es para contarles a otros acerca de Jesús? Esté dispuesto a dejar de lado las excusas y las inseguridades. ¡Dios quiere usarte para Su gloria!
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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