2 Timoteo 4:7
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera; he guardado la fe.”
Sabiendo que éste será su último encarcelamiento y que se acerca su partida, Pablo repasa su vida con Cristo. Las palabras “luchó”, “terminó” y “conservó” hacen referencia a los juegos olímpicos de su época. La metáfora atlética de Pablo nos ofrece tres ideas importantes que debemos considerar detenidamente.
En primer lugar, Pablo nos recuerda que luchamos contra un adversario en una arena invisible y espiritual. Sin embargo, Pablo declara que ha luchado, peleado duro y vencido. Ha sido una “buena batalla” por la causa más elevada. En segundo lugar, Pablo dice: “He terminado mi carrera”. Él fielmente mantuvo sus ojos en la meta de ganar esta carrera cristiana y completó su curso. Al final, pudo decir: “He guardado la fe”.
¡Qué audacia la nuestra como creyentes en Jesucristo!
En los antiguos Juegos Olímpicos, había reglas que debían cumplirse. Después de ganar un evento, se realizaba un examen para ver si el ganador había ganado legalmente. Segunda de Timoteo 2:5 nos dice: “…si alguno compite en atletismo, no será coronado si no compite conforme a las reglas”.
La declaración de Pablo, “Yo tengo”, expresa la plena confianza de que tenía todas las razones para esperar el premio. ¡Qué audacia la nuestra como creyentes en Jesucristo! Él nos ha dado todo lo que necesitamos y nos entrena bien. ¿Cómo? Mediante el poder de la Palabra de Dios y la acción de su Espíritu.
¿Estás ganando la carrera de la fe? ¿Estás peleando la buena batalla con todo tu corazón, alma y cuerpo? Te animo a que te examines. Que mantengas tu vista fija en la línea de meta en espera de recibir el premio.
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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