1 Samuel 20:22
”Mas si yo dijere al muchacho así: He allí las saetas más allá de ti; vete, porque Jehová te ha enviado.”
El plan del rey Saúl para matar a David fue conocido por Jonatán y David, así que acordaron un plan. Como las señales de humo enviadas por un indio desde la cima de una montaña, Jonatán debía enviar un mensaje a David. Mientras David se escondía en la hierba, Jonatán lanzaría flechas. Si las flechas caían más allá de David, el mensaje sería ¡huye! Pero, si las flechas caían cerca, David podía regresar a casa sabiendo que todo estaba bien con Saúl.
Las flechas de Jonatán iban a determinar el destino de David, pero no había nada de azar en esto. La tensión que Jonatán aplicó al arco, la trayectoria de la flecha y el viento prevaleciente estaban bajo el control directo de Dios. O David regresaría al entorno familiar de la corte de Saúl o sería exiliado, totalmente dependiente de la misericordia de Dios. De una manera u otra, era el camino de Dios para David, un camino que eventualmente llevó al futuro rey al trono de Israel.
Cuando las flechas de Jonatán pasaron por encima de la cabeza de David, las lágrimas debieron correr por sus mejillas al darse cuenta de que ahora era un fugitivo del enloquecido Saúl. Sin embargo, en esto, David iba a aprender una verdad gloriosa: Dios está en las flechas de la vida.
Puede que hoy estés en los zapatos de David, llorando mientras avanzas, pero no hay razón para temer, porque la Escritura declara: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará” (Isaías 54:17). Confía en la determinación de Dios para llevarte con seguridad al lugar donde Él desea. Él tiene una corona esperándote en tu eventual llegada ante Su trono.
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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