1 Tesalonicenses 4:17-5:3
“Luego nosotros, los que estemos vivos y que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, anímense unos a otros con estas palabras. Pero en cuanto a los tiempos y las ocasiones, hermanos, no tienen necesidad de que les escriba. Porque ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor viene así como ladrón en la noche. Porque cuando digan: “¡Paz y seguridad!”, entonces les sobrevendrá una destrucción repentina, como dolores de parto a una mujer encinta. Y no escaparán.”
¿Lo sientes? ¿Sientes en lo más profundo de tu ser que la estación está cambiando y que pronto Dios interrumpirá nuestras vidas?
Cada día que pasa, existe una consciencia abrumadora entre los seguidores de Jesús de que el glorioso día de su venida para la iglesia está cerca. No estaremos a oscuras respecto a su aparición. No nos sorprenderá el toque de trompeta. Quienes esperan a Cristo Jesús lo verán y, en un abrir y cerrar de ojos, serán transformados.
El apóstol Pablo nos da una clave para este escenario de los últimos días al decir que sucederá cuando el mundo esté preocupado por los asuntos actuales. ¿No es esto cierto en el tiempo en que vivimos? Lo es, y les pregunto: “¿Cómo podemos quedarnos de brazos cruzados en esta última hora cuando tantos no encontrarán a Jesús en el aire?”
Dios nunca llama a los creyentes a un cristianismo de espectadores mientras esperan el rapto. Sí, nuestra mirada espiritual debe estar fija en lo alto, hacia nuestro destino celestial, pero no descuidando a quienes se dirigen directamente a una eternidad infernal. La promesa de la pronta aparición de Jesucristo debe impulsarnos a evangelizar el mundo por todos los medios posibles.
Quienes disfrutamos de la comunión con Cristo por el poder del evangelio y el Espíritu Santo debemos estar plenamente atentos a las señales que indican el fin. ¿Te has preparado y has preparado a los demás para el cambio que se avecina? Ruego que así sea. ¡Jesús podría venir hoy!
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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