Salmo 94:12
“Bienaventurado el hombre a quien tú, Jehová, corriges, Y en tu ley lo instruyes”
La manera en que ves las dificultades de la vida determina cuán fácilmente recibirá la instrucción de Dios. Toma, por ejemplo, esta verdad de Hebreos 12:6, “Porque Jehová al que ama, disciplina”. ¿Ves esta afirmación como una indicación de que no gozas del favor de Dios? ¿O puedes confiar en las posibilidades que Su mano puede producir en ti? Hace años, leí una historia que puede ayudar a tu perspectiva.
Aunque brillante, el hijo mayor del difunto embajador en Grecia era propenso a los ataques y estaba lisiado sin remedio. La reina Federica se encariñó con el niño y a menudo le invitaba al palacio real a jugar con sus hijos. Un día, el joven príncipe Constantino le dijo a su amiguito americano: “Mi hermana y yo hemos estado hablando de ti, y hemos decidido que debes de ser el alumno favorito de Jesús.”
“¿Qué quieres decir?”, preguntó el niño con tristeza.
El príncipe respondió: “Bueno, ya sabes cómo es esto. En la escuela, al mejor alumno siempre se le da el problema más difícil de resolver. Dios te dio el problema más difícil de todos, así que debes ser su alumno favorito”.
¿Qué problema tienes hoy? Puede ser algo menor, pero mañana puede traer algo aparentemente insuperable.
Creyente, todo lo que experimentamos tiene un gran propósito para el que aún no hemos descubierto la respuesta.
Seríamos sabios si viéramos nuestras pruebas como cosas temporales que nos refinan para el cielo y obran para nosotros “en una medida que sobrepasa toda medida, un eterno peso de gloria”. 2 Corintios 4:17
Recuerda, nuestras dificultades actuales pronto serán absorbidas por el gozo eterno de nuestro Padre.
Esperando Su regreso,- Pastor Jack
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