LA BIBLIA ES ÚNICA
La Biblia fue escrita a lo largo de 1,500 años por más de 40 autores en tres idiomas y en tres continentes. En lugar de contradecirse unos a otros, los escritores mantuvieron un 100% de precisión histórica, moral, profética y teológica, escribiendo con armonía y continuidad desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
LA BIBLIA FUE INSPIRADA POR DIOS
La Biblia fue escrita por hombres (2 Pedro 1:20-21) bajo la inspiración de Dios (2 Timoteo 3:16). Dios ejerció su influencia sobrenatural sobre los escritores de la Biblia. En otras palabras, Dios fue el autor y los hombres fueron sus instrumentos de escritura.
LA BIBLIA DEBE SER LEÍDA Y ESTUDIADA
Estudiar la Biblia es una necesidad absoluta para los cristianos. La Biblia instruye: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado…” (2 Timoteo 2:15). La predicación sistemática de la Biblia es imposible sin el estudio sistemático de la misma. No se trata de hojear unos pocos versículos en nuestra lectura bíblica diaria, ni de estudiar un pasaje solo cuando estamos a punto de compartirlo. Necesitamos sumergirnos diariamente en la Palabra de Dios, como los bereanos que escudriñaban las Escrituras diariamente (Hechos 17:11).
LA BIBLIA NOS ENSEÑA
Para construir una maqueta de avión, necesitamos seguir un conjunto de instrucciones. Solo así el producto final se parecerá a su homólogo en la caja. De la misma manera, necesitamos seguir el manual de instrucciones de Dios para la vida, la Biblia. Solo entonces, nuestras vidas reflejarán a Jesucristo. La Biblia dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.” (2 Timoteo 3:16).
LA BIBLIA NOS DA ESPERANZA
La Biblia fue “escrita para nuestro aprendizaje, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Romanos 15:4). Encontramos esperanza al aprender sobre Dios, sus caminos y sus planes para nuestras vidas. Cuando descubrimos las promesas de Dios, reconocemos que la vida es algo más que la mera existencia. Descubrimos que hay vida más allá de esta vida. A través de la Biblia, obtenemos esperanza, ánimo, consuelo, fuerza, sabiduría y mucho más. Lo mejor de todo es que obtenemos la comprensión de cómo conocer a Dios personalmente y cómo vivir para Él con rectitud.
LA BIBLIA NOS DA DIRECCIÓN
Para encontrar nuestro camino en la oscuridad, necesitamos una linterna. Sólo así podremos ver con claridad y evitar tropezar. El salmista describió la Palabra de Dios como “una lámpara para mis pies, y una luz para mi camino” (Salmo 119:105). Si permitimos que la Biblia dirija nuestras vidas, evitaremos tropezar y caer.
Si quieres ser sabio, lee la Biblia. Si quieres estar seguro, cree en la Biblia. Si quieres ser recto, obedece a la Biblia.