Mateo 5:14
“Ustedes son la luz del mundo.”
Las palabras de Jesús a Sus seguidores son tan convincentes como desafiantes. Como luces, debemos seguir ardiendo, seguir advirtiendo y seguir iluminando, tal como lo haría una llama eterna. En esta era de oscuridad y peligro espiritual, debemos brillar continuamente para el Señor, hasta que vayamos a estar con Él o Él venga por Su iglesia.
Se cuenta la historia de un anciano farero inglés que permaneció fiel a su llamado hasta el final. Aunque su vida se apagaba rápidamente, reunió todas sus fuerzas y se arrastró para asegurar la puerta del faro. Subió las escaleras para ajustar la luz por última vez antes de morir. El farero falleció esa tormentosa noche, pero el haz de luz del faro brilló intensamente a su alrededor, salvando las vidas de los marineros que fueron guiados lejos del peligro.
Así como lo fue el farero, así debemos ser nosotros: siempre vigilantes para mantener nuestras luces encendidas para Jesús ante todos los que nos rodean. En tu trabajo o entre tus amigos, ¿eres conocido como una luz? ¿O no eres conocido ni visto porque no hay luz en ti? Hermano, multitudes de personas están perdidas. Levántate de la niebla que te rodea, para que no contribuyas a su desastre. Conviértete en una luz y en un faro para los perdidos, un protector contra las rocas, los bajíos y las arenas movedizas que yacen bajo la superficie de la vida. ¡Brilla, cristiano, brilla!
Esperando Su regreso,
– Pastor Jack
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